Después de madrugar y trasnochar, madrugar y trasnochar, madrugar y trasnochar. Después de un día duro de trabajo. Después de unos días emocionantes. Después de exprimirme físicamente. Después de todo, no está mal cenar de sobras.
Y es que lo que menos me apetecía hoy era hacerme la cena, así que he abierto la nevera y he recuperado unos calamares encebollados que me sobraron de ayer.
Y es que son así como mas me gustan, con un montón de cebolla pochada lentamente en aceite de oliva, con algo de pimiento verde y rojo, laurel y ajo picado finamente. Solo cuando las verduras han sudado la gota gorda y están bien compotadas les añado un buen lingotazo de vino blanco seco y los calamares. Los tapo y los dejo a fuego lento, que intimen, y se conozcan durante veinte minutos.
Increibles con arroz basmati, tambien solos que habiamos quedado que no me apetecia cocinar.
Hoy no hay foto, lo siento, algo malo tenia que tener comer de sobras, el aspecto no era el mejor. Si tuviera la habilidad de Leonardo da Vinci con el carboncillo os dibujaba un boceto.
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Celebro muy mucho que estés de vuelta.
ResponderEliminarNada me alegraria mas que verte postear de nuevo :-)
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