Entre otras ventajas, podéis seleccionar las que mas os gusten y las que estén en temporada con el consiguiente ahorro.
Una vez en casa, las laváis y las troceáis. Si utilizáis distintos tipos, como en este caso, tener en cuenta que debéis trocear las verduras en función de la dureza de las mismas. Es decir, teniendo en cuenta que cocerán todas juntas, trocear las mas duras en trozos mas pequeños y las blandas algo mas grandes. Así obtendreis un punto de coccioón similar.
Una vez troceadas, las introducís en bolsas de congelación.
El día que os apetezca, solo tenéis que sacar las verduras del congelador y directamente meterlas en la olla rápida cinco minutos.
Un refrito de ajo y jamón... y a correr.
Qué apañao eres!
ResponderEliminarBueno, soy muy perro, por eso hago estas cosas :-)
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